Emiliano Sanders, baterista de Un Kuartito, dialogó con Civilizate Bárbaro acerca de la actualidad de la banda, de sus giras por Europa y de la imposibilidad de hacer música en Argentina.
El 29 de mayo se presentaron en Niceto. ¿Qué balance hacés del show?
Sí, estuvimos presentando “Cerca del mar”, nuestro quinto álbum, con invitados de lujo: Fidel Nadal, Hugo Lobo de Dancing Mood, músicos de la antigua formación de Un Kuartito. También estuvieron nuestro primer manager, nuestro primer iluminador y nuestro primer sonidista, fue una fiesta impresionante.
Se hizo difícil teniendo en cuenta que fue un jueves y hacía mucho frío. Pero la expectativa que teníamos nosotros era la de llevar 200 personas para poder solventar los gastos y finalmente fueron 300.
Decís que la expectativa que tenían para el recital en Niceto era de 200 personas. Sin embargo, acaban de finalizar su tercera gira por Europa, donde tocaron en festivales para 20 mil personas, estuvieron en Alemania, Suiza, Bélgica, República Checa, Polonia y demás países. ¿Cómo surge la idea de hacer esas giras y cómo se programan?
Nunca estuvo planeado. Fue consecuencia de la primera gira que hicimos en el 97, donde conocimos a un manager venezolano que nos dijo: “los quiero llevar a tocar en Miami, Los Angeles, México y Costa Rica”, y nos convenció. Pero cuando llegamos nos dimos cuenta de que el tipo era un mitómano, que no tenía nada arreglado y quedamos a la deriva. Le tocamos la puerta a un argentino que vivía en Los Angeles y nos dejó dormir una noche en su casa, luego contactamos a un manager y nos dio la posibilidad de hacer diez recitales en un mes en el exterior. En el 2001, hicimos una segunda gira por el exterior y conocimos a una banda de alemanes que les gustó Un Kuartito, nos convencieron de ir a Alemania y fuimos en el 2003.
La convocatoria de la banda en Europa, ¿es mayor a la que tienen en Argentina?
Es difícil de calcular porque, en Europa, cuando tocamos en festivales la convocatoria fue mucho mayor y cuando hicimos shows sólos tocamos para 50 personas, para 500 y para 800.
¿Cuál fue el lugar más anecdótico donde tocaron?
El Tomy House en Berlín, que es un salón de los años 70 que fue usurpado y se mantuvo con la modalidad de ocupa durante mucho tiempo. Hoy es subvencionado por el gobierno, pero mantiene la esencia de su anterior estilo.
¿En Europa cómo es el proceso de distribución de los discos? ¿Se pueden adquirir en las disquerías?
Sí, si no están es porque se agotaron y se pueden encargar. Tenemos un sello en Alemania que tiene una distribuidora muy importante.
Acá no se ven afiches de Un Kuartito en las calles. ¿Cuáles son tus sensaciones cuando caminas en Berlín y ves promociones de la banda?
La satisfacción es enorme porque acá tenemos que pegar afiches nosotros y en Europa hay gente encargada de difundir nuestros shows. Yo ahora vengo de repartir volantes porque es la promoción independiente que elegimos. Para el recital en Niceto se invirtió en una prensa que trajo mucha gente.
A veces el público piensa que estamos en un receso porque no aparecemos en los medios, pero la banda siempre siguió y nunca paró. El hecho de que la prensa no hable de nosotros es una gran imposibilidad.
Nosotros hicimos tres giras por Europa, dos giras por Estados Unidos y México y por Argentina todavía no giramos. Estuvimos en Mendoza, La Pampa y Entre Ríos pero no tenemos un circuito que nos permita trabajar en el país y solventar los gastos de traslado y comida. En Europa es más fácil porque nos pagan por show y podemos vender discos y remeras.
En el 96 sacaron su primer disco llamado “Sal a la calle” en Sony Music, en el 98 “Skalofriante” por la misma compañía y en el 2001 el tercer disco “No pares, Non Stop” pero de manera independiente. ¿Por qué salieron de una gran multinacional para producir de forma independiente?
El hecho fue decantando sólo, nosotros trabajamos siempre de manera independiente estando adentro y afuera de Sony. El problema con la compañía fue que ellos tenían otros artistas más importantes en su cartera y les daban todo el apoyo porque vendían muchísimo. La tirada de 3000 discos de “Sal a la calle” se agotó gracias a nosotros porque la compañía no invirtió en promociones. Cuando decidimos irnos de Sony, nos ofrecieron quedarnos a grabar el segundo álbum y nos quedamos para grabar en Panda, uno de los mejores estudios de Argentina.
Estando en una multinacional nosotros queríamos girar por todo el mundo, pero eso nunca pasó. El tercer disco comenzó siendo un demo que estábamos preparando para presentar en compañías, pero quedó tan bien que decidimos editarlo.
Un proyecto alternativo que tiene Un Kuartito es el Cirko Marisko, un espectáculo de malabarismos y hip hop a la gorra. ¿Cómo fue el circuito de presentaciones en las plazas desde la formación?
El Cirko Marisko lo componemos tres integrantes de Un Kuartito. Arrancamos en el 94, estuvimos en la Plaza Los Andes de Chacarita, luego pasamos a Parque Centenario y finalmente escalamos a la primera A que es Plaza Francia en Recoleta. Es un espectáculo con entrada libre y gratuita pero la salida no. (risas)
Sí, estuvimos presentando “Cerca del mar”, nuestro quinto álbum, con invitados de lujo: Fidel Nadal, Hugo Lobo de Dancing Mood, músicos de la antigua formación de Un Kuartito. También estuvieron nuestro primer manager, nuestro primer iluminador y nuestro primer sonidista, fue una fiesta impresionante.
Se hizo difícil teniendo en cuenta que fue un jueves y hacía mucho frío. Pero la expectativa que teníamos nosotros era la de llevar 200 personas para poder solventar los gastos y finalmente fueron 300.
Decís que la expectativa que tenían para el recital en Niceto era de 200 personas. Sin embargo, acaban de finalizar su tercera gira por Europa, donde tocaron en festivales para 20 mil personas, estuvieron en Alemania, Suiza, Bélgica, República Checa, Polonia y demás países. ¿Cómo surge la idea de hacer esas giras y cómo se programan?
Nunca estuvo planeado. Fue consecuencia de la primera gira que hicimos en el 97, donde conocimos a un manager venezolano que nos dijo: “los quiero llevar a tocar en Miami, Los Angeles, México y Costa Rica”, y nos convenció. Pero cuando llegamos nos dimos cuenta de que el tipo era un mitómano, que no tenía nada arreglado y quedamos a la deriva. Le tocamos la puerta a un argentino que vivía en Los Angeles y nos dejó dormir una noche en su casa, luego contactamos a un manager y nos dio la posibilidad de hacer diez recitales en un mes en el exterior. En el 2001, hicimos una segunda gira por el exterior y conocimos a una banda de alemanes que les gustó Un Kuartito, nos convencieron de ir a Alemania y fuimos en el 2003.
La convocatoria de la banda en Europa, ¿es mayor a la que tienen en Argentina?
Es difícil de calcular porque, en Europa, cuando tocamos en festivales la convocatoria fue mucho mayor y cuando hicimos shows sólos tocamos para 50 personas, para 500 y para 800.
¿Cuál fue el lugar más anecdótico donde tocaron?
El Tomy House en Berlín, que es un salón de los años 70 que fue usurpado y se mantuvo con la modalidad de ocupa durante mucho tiempo. Hoy es subvencionado por el gobierno, pero mantiene la esencia de su anterior estilo.
¿En Europa cómo es el proceso de distribución de los discos? ¿Se pueden adquirir en las disquerías?
Sí, si no están es porque se agotaron y se pueden encargar. Tenemos un sello en Alemania que tiene una distribuidora muy importante.
Acá no se ven afiches de Un Kuartito en las calles. ¿Cuáles son tus sensaciones cuando caminas en Berlín y ves promociones de la banda?
La satisfacción es enorme porque acá tenemos que pegar afiches nosotros y en Europa hay gente encargada de difundir nuestros shows. Yo ahora vengo de repartir volantes porque es la promoción independiente que elegimos. Para el recital en Niceto se invirtió en una prensa que trajo mucha gente.
A veces el público piensa que estamos en un receso porque no aparecemos en los medios, pero la banda siempre siguió y nunca paró. El hecho de que la prensa no hable de nosotros es una gran imposibilidad.
Nosotros hicimos tres giras por Europa, dos giras por Estados Unidos y México y por Argentina todavía no giramos. Estuvimos en Mendoza, La Pampa y Entre Ríos pero no tenemos un circuito que nos permita trabajar en el país y solventar los gastos de traslado y comida. En Europa es más fácil porque nos pagan por show y podemos vender discos y remeras.
En el 96 sacaron su primer disco llamado “Sal a la calle” en Sony Music, en el 98 “Skalofriante” por la misma compañía y en el 2001 el tercer disco “No pares, Non Stop” pero de manera independiente. ¿Por qué salieron de una gran multinacional para producir de forma independiente?
El hecho fue decantando sólo, nosotros trabajamos siempre de manera independiente estando adentro y afuera de Sony. El problema con la compañía fue que ellos tenían otros artistas más importantes en su cartera y les daban todo el apoyo porque vendían muchísimo. La tirada de 3000 discos de “Sal a la calle” se agotó gracias a nosotros porque la compañía no invirtió en promociones. Cuando decidimos irnos de Sony, nos ofrecieron quedarnos a grabar el segundo álbum y nos quedamos para grabar en Panda, uno de los mejores estudios de Argentina.
Estando en una multinacional nosotros queríamos girar por todo el mundo, pero eso nunca pasó. El tercer disco comenzó siendo un demo que estábamos preparando para presentar en compañías, pero quedó tan bien que decidimos editarlo.
Un proyecto alternativo que tiene Un Kuartito es el Cirko Marisko, un espectáculo de malabarismos y hip hop a la gorra. ¿Cómo fue el circuito de presentaciones en las plazas desde la formación?
El Cirko Marisko lo componemos tres integrantes de Un Kuartito. Arrancamos en el 94, estuvimos en la Plaza Los Andes de Chacarita, luego pasamos a Parque Centenario y finalmente escalamos a la primera A que es Plaza Francia en Recoleta. Es un espectáculo con entrada libre y gratuita pero la salida no. (risas)
Andrés Pappagallo
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